domingo, 2 de noviembre de 2014

La Realidad de Vivir en Nueva York


Ir en barco hasta la Estatua de la Libertad, celebrar fin de año en Times Square, cruzar el puente de Brooklyn, caminar por Broadway, correr en Central Park, patinar sobre hielo en Rockefeller Center, ver películas al aire libre en Bryant Park, pasear por la universidad de Columbia, salir por Harlem, ir a una misa Godspell, subir al Empire State y al Top of the Rock, ir de rebajas... 

Que bello es vivir en Nueva York verdad?

No digo que todo lo mencionado no sea cierto, lo es. Me gusta vivir aquí, pero me gustaría aclarar que todo no es tan bonito como se ve desde fuera. Para ser un neoyorkino tienes que estar bien preparado, física y psicológicamente. Ante todo, tienes que estar dispuesto a caminar tantas calles como sea necesario con tal de llegar a la hora a donde sea que vayas. Tienes que ser paciente (muy paciente) para esperar el metro durante diez minutos. Tienes que acostumbrarte a vivir estresado e ir corriendo a cada lado. Tienes que decidir entre dormir o comer porque realmente no tienes tiempo para las dos cosas. Todo eso, nada mas hablando de la parte física que conlleva vivir aquí. 
Respecto a la psicológica, eso ya es otro tema. Vivir en una ciudad como es Nueva York, repleta de tanta variedad de culturas, tienes que estar dispuesto a conocer a alguien que tarde o temprano sabes que se ira. Te vuelves muy selectivo a la hora de hacer amigos porque ya estas cansado de ver como las personas que mas quieres, un día u otro, tienen que volver a su país de origen. Y tu, tu te quedas de nuevo solo, rodeado de las pocas personas que todavía están aquí contigo, personas que quieres y que esperas que nunca llegue el día en que os tengáis que decir adiós. Porque solo imaginarse lo duro que seria volver a empezar duele. Te conviertes en alguien que, por obligación, si quieres sobrevivir, debe ser independiente y seguro de si mismo. Tus verdaderos amigos los puedes contar con los dedos de una mano, o con incluso menos, pero los consideras familia porque tanto ellos como tu harían lo imposible por mantenerte. Porque es difícil encontrar a personas con las que congeniar a pesar de que la ciudad este repleta de gente. Porque al fin y al cabo, a pesar de no sentirte solo en esta gran ciudad, si lo estas. 
Es duro saber que tus seres queridos están a miles de kilómetros de distancia y que, sobretodo en días festivos, no tengas la oportunidad de abrazarles. Es muy duro salir a delante en esta gran ciudad, pero cuando lo consigues te sientes verdaderamente realizado. Cuando ves que todo lo que has dado por vivir aquí da sus frutos. Cuando todo el trabajo hecho es valorado. Cuando te ofrecen oportunidades que nunca imaginaste que te ofrecieran. Cuando, al fin, tienes un par de horas para relajarte y echar unas risas con tus amigos, los pocos que quedan. Eso no tiene precio. Valoras cada instante que esta ciudad te da. Por eso no hay día que te imagines como seria tu vida en otro lugar que no fuera Nueva York. Porque esta ciudad te quita tanto como te da. Y por lo menos a mi, eso me llena.